(c) Miguel Angel Muñoz Pellicer / http://www.photomamp.com/
En el estudio, la potencia de las fuentes de luz determina la intensidad objetiva de la iluminación y, por tanto, condicionan las aberturas de diafragma con las que podremos trabajar.
La capacidad para regular la potencia de salida con precisión, es la que permitirá establecer las intensidades relativas de cada uno de los focos al componer la imagen. De ese modo podremos mantener la relación entre luz principal, secundaria, relleno, fondo, etc. y establecer un orden de importancia entre ellas para una misma exposición final.
Si las dimensiones del estudio lo permiten, la modificación de la distancia entre el sujeto a fotografíar y la fuente de luz, también nos servirá para modificar la intensidad de luz que llega al sujeto. Por tanto, para focos de la misma potencia, distintas distancias al sujeto producen diversas intensidades de luz. No obstante, hemos de tener en cuenta que la distancia: emisor de luz - sujeto, también interfiere en la calidad de luz que éste último recibe.
Veremos a continuación algunas de las variables que interviene en el control de la cantidad y calidad de la luz que recibe el sujeto. Observarlos de forma individual resulta muy útil para tomar decisiones cuando nos planteamos cómo iluminar. De hecho, cada foco que decidamos utilizar, vendrá justificado por el efecto que de él queremos obtener.
Nos detendremos para ver las particularidades de estas variables en el siguiente capítulo:
- Potencia del emisor e intensidad de luz.
- Distancia e intensidad de luz.
- Distancias combinadas y disminución relativa de la intensidad.
- Dirección de la luz e intensidad.
- Dirección de la luz y calidad.
- Dimensiones del iluminador y calidad de la luz.- Dimensiones del iluminador y distancia: el área efectiva.
Próximo capítulo:
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