(c) Miguel Angel Muñoz Pellicer / www.photomamp.com
DIRECCIÓN DE LA LUZ E INTENSIDAD:
Cuando la luz incide en una superficie opaca, una porción de esa luz es absorbida y el resto reflejada. Cuando fotografiamos un objeto lo hacemos gracias a la luz que refleja (de hecho, la luz que medimos con el fotómetro de nuestra cámara es luz reflejada).
La mayor luminosidad (cantidad de luz reflejada) se produce cuando el haz de luz incide perpendicularmente en la superficie. En el caso de la iluminación en estudio, este caso se producirá cuando el sujeto a fotografiar se encuentre en el centro del haz de luz emitido por el foco.
Cuanto mayor es la inclinación, la cantidad de luz reflejada es menor (aumenta la superficie de incidencia y, consecuentemente, la cantidad de absorción para un mismo haz de luz).
Partiendo de un manantial de luz puntual, cuando el sujeto a iluminar se encuentre desplazado con respecto al centro del haz de luz (eje del foco), se sumaran tres factores que reducirán la cantidad de luz que refleje:
A. La distancia del foco emisor al sujeto, será mayor si éste ultimo se encuentra ladeado o desplazado del centro.
B. La inclinación de los rayos que incidan en el sujeto, cuando éste se encuentre desplazado del centro, incidirán sobre él de forma inclinada (más inclinada, cuanto más desplazado del centro se encuentre).
C. Caída de la intensidad en la periferia: todos los focos tiene una pérdida gradual de intensidad de luz hacia la periferia. Cuanto más desplazado esté el sujeto con respecto al centro, más cercano estará a la zona de extinción de la luz.
Obviamente, estos factores se aplican de forma directa, sólo a un foco de luz puntual o similar. En los focos o accesorios optimizados para iluminar una superficie amplia, estos fenómenos se minimizan. Siguen produciéndose, pero de forma atenuada.
En resumen:
SUJETO DESPLAZADO DEL CENTRO DEL HAZ LUMINOSO --> MENOR INTENSIDAD DE LUZ.
HAZ DE LUZ LADEADO CON RESPECTO AL SUJETO --> MENOR INTENSIDAD DE LUZ.
DIMENSIONES DEL ILUMINADOR Y CALIDAD DE LA LUZ:
Cuanto mayor es el área del iluminador, más suave es la luz recibida. Esta afirmación puede comprobarse fácilmente tomando como ejemplo la luz natural:
- Cuando el cielo está despejado, toda la luz procede de un mismo punto (el Sol), al que podríamos considerar como un emisor puntual. Todos los rayos llegan de luz llegan paralelos entre si y, por tanto sus recorridos son similares. Las zonas de luz reciben gran parte de la luz y las zonas de sombra quedan oscurecidas por la ausencia de rayos con direcciones de propagación distintas que puedan alcanzarlas (a excepción de la luz parásita o reflejada en otra superficie). Este tipo de luz marca zonas de corte entre luz y sombra muy definidas.
- Cuando el cielo está nublado, la capa de nubes produce el efecto de un filtro difusor sobre los rayos del sol que llegan a su parte superior. El manantial de luz sigue siendo el mismo, sin embargo, tras atravesar la capa de nubes, la luz se propaga en direcciones muy diferentes (debido a la difusión producida por las nubes) y procede de una superficie de iluminación mayor (la capa difusora que suponen las nubes se convierte en el nuevo iluminador). Al haber una mayor variedad de direcciones de propagación en los rayos de luz, las zonas de sombra reciben mayor incidencia proporcional de éstos y su densidad se ve reducida.
Sintetizando los dos casos anteriores:
LUZ DE SOL (CIELO DESPEJADO) --> TAMAÑO DE EMISOR PEQUEÑO --> LUZ DURA.
LUZ DE CIELO NUBLADO --> TAMAÑO DE EMISOR GRANDE --> LUZ SUAVE
DIMENSIONES DEL ILUMINADOR Y DISTANCIA: EL ÁREA EFECTIVA:
Como hemos visto, la amplitud del área del iluminador influye en la calidad de la luz.
No obstante, una superficie parecerá de mayor tamaño cuanto más cercana se encuentre y de menor tamaño cuanto más alejada esté. Como ya mencionamos anteriormente (ver 1.A. Modificadores de la Luz), la distancia entre el sujeto y la fuente de luz, varía la dimensión del área efectiva: cuando más cercano esté un iluminador, mayor será su área efectiva. Por tanto, será la relación entre la superficie real y la distancia a la que se encuentre, la que nos interesa tener en cuenta. A esta relación la llamamos área efectiva.
Por ejemplo, si disponemos una ventana de 1 metro x 1 metro a 2 metros de distancia del sujeto, la luz que éste último recibe es suave, puesto que llega a él desde diversas direcciones. Por el contrario, si la misma ventana la ubicamos a 10 metros de distancia, la dimensión relativa del iluminador se ha reducido, la cantidad de rayos procedentes de él (que llegan al sujeto), es sólo una parte de la luz emitida y tiene una dirección de propagación más parecida. Muy pocos de ellos podrán, en este caso, inundar la zona de sombra para suavizarla.
Es decir: para un mismo tamaño de iluminador
(por ejemplo, ventana de 1m x 1m)
MAYOR DISTANCIA --> MENOR ÁREA EFECTIVA --> LUZ MÁS DURA.
MENOR DISTANCIA --> MAYOR ÁREA EFECTIVA --> LUZ MÁS SUAVE.
DIRECCIÓN DE LA LUZ Y CALIDAD: LUZ FRONTAL Y LATERAL:
Junto a las variables vistas anteriormente, la dirección de la luz en relación con la dirección de la toma (o, dicho de otro modo, el eje del foco respecto al eje óptico), también afectará a la relación entre luz y sombra.
Cuando la iluminación es frontal respecto al encuadre, las sombras que producen los volúmenes y texturas del sujeto, quedan fuera de nuestro punto de vista y abatidas hacia la zona posterior. La escena mostrará una mayor predominancia de luces de aspecto plano, y una menor impresión de volumen por la ausencia de sombras. La distribución de tonos es más suave.
Por el contrario, la luz ladeada, abatirá parte de las sombras provocadas por los volúmenes y texturas del sujeto, en la zona anterior, visible desde nuestro punto de vista. La impresión de tridimensionalidad es mayor, el sujeto muestra un volumen más apreciable gráficamente y la distribución de tonos es más dura.
Dependiendo del tipo de iluminación que estemos empleando (más difusa o más lineal), las sombras podrán llegar a ser muy oscuras (más oscuras cuando más lineal sea la iluminación). De hecho, en muchos casos, esta iluminación requerirá de una luz de relleno para suavizar la densidad de las sombras.
En resumen:
ILUMINACIÓN FRONTAL --> LUZ SUAVE
ILUMINACIÓN LATERAL --> LUZ DURA
Además de la gradación tonal, la calidad de la luz podrá variar al respecto de su distribución cromática. Ésta afectará a su capacidad para reproducir los colores correctamente (es más fácilmente visible en la reproducción de los blancos, pero afecta a todos los valores cromáticos).
Lo veremos en el apartado: 6- Calidad de la Luz y Color: La Temperatura de Color.
Próximo capítulo:
4- Fotometría en estudio.
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